domingo, 9 de septiembre de 2007

Y sin duda nuestro tiempo... prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser... lo que es 'sagrado' para él no es sino la 'ilusión', pero lo que es profano es la 'verdad'. Mejor aún: lo sagrado aumenta a sus ojos a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión, hasta el punto de que el colmo de la ilusión
es también para él 'el colmo de lo sagrado.

FEUERBACH
prefacio a la segunda edición de 'La esencia del Cristianismo.

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